Diario de Jonathan Harker

(Últimas notas)

 

5 de octubre, a las 3 de la tarde.-Crónica de nuestra reunión. Estuvieron presentes: el profesor Van Helsing, lord Goldaming, el doctor Seward, el señor Quincey Morris, Mina Harker y yo.

El objetivo, según Val Helsing, era encontrar al conde Drácula que iba en el barco a vela llamado Zarina Catalina de vuelta a Transilvania. En la costa de Varna (Rumania) esperamos el barco, que llegaría sobre las 6 de la tarde.

Más tarde, a las 6:00.- Encontramos el Zarina Catalina embarcado en uno de los muelles más alejados. Al entrar preguntamos sobre el cajón del conde Drácula y nos enviaron al camarote del primer oficial, quien nos dijo que estaba todo muy revuelto, ya que el capitán Donelson había muerto en el trayecto por causas naturales y era él, el que llevaba las cosas del inventario. Nos dijo que habían “enterrado” al capitán en el mar ya que no tenía familia y su lugar era la mar. También nos hablaba sobre un trasto en la bodega del tamaño de una persona que el capitán les dijo que tuvieran cuidado con eso, porque le daba mal fario ya que era un tipo supersticioso.

 

Al bajar a la bodega vimos el “trasto” del que nos hablaba el primer oficial. Al destaparlo nos llevamos una gran sorpresa ya que era el capitán Donelson. Van Helsing no daba crédito y dedujo que los marineros habían tirado el cajón de Drácula al mar por error. Entonces cuando empezó la puesta de sol Van Helsing hipnotizó a Mina para ver donde se encontraba Drácula. Pidió discreción para hacerlo.

Al salir del camarote Van Helsing nos comentó lo que le había dicho Mina: <<tierra de lobos, România Tavern  (que en rumano era Taberna rumana)>>que lo repetía una y otra vez. Yo pensé:- eso significa que está en tierra, aquí en Rumania y cerca de esa taberna...- Por lo tanto desembarcamos y nos despedimos de la tripulación. Junto con la ayuda de Goldaming, que era de aquí, encontramos dicha taberna. Ya era de noche por lo que Drácula ya era peligroso. En la taberna vimos que la puerta estaba entera desgarrada y llena de sangre. Al entrar, la mayoría de los comensales estaban muertos y otros inconscientes. En el exterior nos rodeaba una manda de lobos, cortesía de Drácula ya que tanto él,  como nosotros, queríamos que se acabase todo esto aquí. Vi en la pared el típico marco con un escudo y dos sables. Tomé uno de ellos. Sabíamos que estaba allí a sí que nos dividimos: Morris con Goldaming a la cocina, Van Helsing y Seward arriba y Mina y yo al sótano. Estaba oscuro y no había luz servible en el sótano. Mina se adentró como un impulso hacia la oscuridad yo la llamaba pero estaba absorbida por la oscuridad de aquel sótano (desde entonces tengo pesadilla con ese sótano). Cuando de repente apareció Drácula abalanzándose sobre ella y mordiéndola, matándola al instante, cuando se dio la vuelta yo lleno de rabia y tristeza, empuñe el sable y le separé su cabeza del resto de su cuerpo. Cuando todos vinieron corriendo y preocupados, Morris fue el que le clavó la estaca convirtiéndolo en polvo y desterrándolo de este mundo para siempre. Cuando me acerqué a Mina a llorar por ella, noté que todavía respiraba…

 

 

 

-Fin-